martes, 31 de julio de 2007

Kim Phuc


Me niego a titularlo "La niña de la foto". Me gusta más poner el nombre de esta mujer que es toda una luchadora de la paz y de los derechos de los niños que sufren la violencia y la guerra.
Saco esta información de la revista en la que trabaja mi compañero Txomin. Me refiero a la revista SIGNO (de Acción Católica). En un artículo muy interesante, la propia Kim cuenta su historia. Ella es la niña de 9 años que aparece desnuda en la foto tras un bombardeo con napalm el 8 de junio de 1972 en un pueblo vietnamita. El autor de la fotografía tras captar esta imagen -ganó el premio Pulitzer- trasladó a Kim a un hospital, salvándole la vida. Ahora vive en Canadá. Se convirtió al cristianismo. Preside una fundación con su nombre que ayuda a los niños víctimas de la guerra (http://www.kimfoundation.com/).
Más que contar toda su historia, pienso que sería más interesante poner lo que ella misma dice de su experiencia vital:
"Algunas veces sucede algo terrible en nuestras vidas...y gracias a Dios, esa experiencia te puede ayudar a ser más fuerte. Esa es la primera lección: aprendí a ser fuerte aunque doliera tanto. El agua hierve a 100ºC, pero el napalm genera temperaturas de 800 a 1200ºC. Cuando mis padres me encontraron, días después del bombardeo, estaba inconsciente en un cuarto, me habían dejado allí para morir. Pero el milagro ocurrió. Un doctor me trasladó a una clínica de quemaduras de Saigon.
Otra lección que aprendí fue la importancia del amor y el trabajar juntos. La compasión de los doctores, las enfermereas y mi familia fue muy grande. Y cuando volví a casa todas mi familia estaba allí para ayudarme con masajes, con su presencia...
Después de la guerra lo perdimos todo. Pero tuvimos suerte y trabajamos juntos y pudimos reconstruir nuestra vida. La lección que aprendí fue que puedes perderlo todo, pero si tienes el amor de tu familia y el de Dios lo tienes todo. Lo más difícil fue aprender a perdonar. Primero aprendí a ser positiva y optimista en vez de pensar negativamente. Y después reflexioné lo que dice Jesús de "amar a nuestros enemigos". Cuando leí esto la primera vez no sabía cómo hacerlo. Pensaba que era muy difícil. Recé mucho, no es fácil perdonar, y yo tenía que hacerlo a diario. Y así lo hice, y finalmente, perdoné. Aprendí que no debo tener odio en mi corazón. Cuando cayeron aquellas bombas yo estaba en medio, pude haber muerto, haberme quemado completamente... pero no, mis manos y mis pies siguen siendo hermosas. Supe que Dios tiene el poder de cambiar la vida. El perdonó mis pecados, y yo le pedí que me enseñara cómo perdonar y amar a mis enemigos. ¿Cómo podemos aplicar el perdón a nuestras propias vidas? Si la niña de la foto pudo aprender a perdonar ustedes también pueden. Mi vida debe mostrarles que el perdón es más poderoso que cualquier arma del mundo".

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