viernes, 27 de julio de 2007

De soldado a monja


Confieso que al principio no era una historia que me apasionaba. Me parecía un poco floja, desde un punto de vista periodístico. Pero, cuando me la entregaron ya redactada, tengo que reconocer que cambié de opinión. Se trata de la historia de Matilde de Luis, una soldado profesional que se "metió" a monja con 27 años.
Matilde era soldado profesional del Ejército de Tierra desde 1999. En concreto, del regimiento Rey-11, especializado en construcción de puentes. La primera mujer que ingresó en la compañía. En el 2002 le destinaron a Kosovo, en unos años en los que la principal misión del ejército español era de reconstruir el país, aunque el riesgo de ataques mortales era bastante real. Lejos de su hogar, fue testigo de la condición humana en las circunstancias más adversas. "Leía las Confesiones de San Agustín, y su lectura me llegó mucho. En Kosovo fue donde realmente me encontré con la oración, con Dios y conmigo misma. Allí me di cuenta que el mundo debía de cambiar y que para conseguirlo la que tenía que cambiar era yo", dijo Matilde para la revista Mundo Cristiano. Fue entonces cuando decidió abandonar el ejército y entrar en un convento. La decisión la hizo pública en un encuentro multitudinario en que el participaba Kiko Argüello -fundador del Camino Neocatecumenal- en el estadio Amsterdam Arena en mayo de 2005. El pasado mes de octubre hizo entrada en el monasterio de La Purisima Concepción de las Clarisas de Salamanca. "Hay alguna compañera que todavía estará pensando que vuelva un día de estos al cuartel diciendo: ¡Que es broma! Todos coinciden en que me pega más la vida activa, irme a algún país de misión, pero lo de la clausura no lo entienden. Pero respetan mi decisión porque nunca he ocultado en el cuartel mi identidad cristiana", declaró para Mundo Cristiano. Su capitán, cuando se despidió le dijo: "No dudo de que serás tan buen soldado de Cristo como lo has sido del ejército".